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Emiliano Salvador

Emiliano Salvador

Biografía

Pianista y compositor. Puerto Padre, Las Tunas, 19 de agosto de 1951 - La Habana, 22 de octubre de1992. Emiliano Salvador es uno de esos músicos admirados por los propios músicos, y especialmente por los que tocan su mismo instrumento; puede afirmarse que se trata de un pianista de pianistas, lo que los jazzistas norteamericanos llaman a “pianist´s pianist”. Luego de estudiar en la Escuela Nacional de Arte, a los 19 años, Emiliano se convierte en el más joven integrante del Grupo de Experimentación Sonora (GES) organizado por la Industria Cinematográfica Cubana (ICAIC) y dirigido por Leo Brouwer. Aunque el grupo trabajaba y experimentaba con todo tipo de música, logrando interesantes fusiones, dentro del mismo se formó espontáneamente un grupo de jazz que integraron Leo Acosta (saxo alto), Eduardo Ramos (bajo), Leo Pimentel (batería) y Sergio Vitier (guitarra), con Emiliano al piano. Por esos años Emiliano realizó estudios de orquestación y composición con Fred Smith y Leo Brouwer, y perfeccionó sus estudios de piano con María Antonieta Henríquez. También compuso la música de numerosas películas del ICAIC. Al disolverse el GES, en 1978, Emiliano se incorpora al grupo de Pablo Milanés, junto a Eduardo Ramos (bajo) y Frank Bejerano (batería). Con ellos hizo varias grabaciones y giras por el exterior. Durante su vida artística acompañó a figuras como Sonia Silvestre, Soledad Bravo, Daniel Viglietti, Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Chico Buarque y el cuarteto vocal MPB 4. En el propio año 1978 grabó su primer LP “Emiliano Salvador. Nueva Visión”, y es este álbum el que realmente lo da a conocer en el ámbito internacional, tanto del jazz latino como de la salsa. Su segundo LP fue “Emiliano Salvador II” (1980). Ya en la década de los ochenta formó su propio grupo, con el que grabó los discos “Emiliano Salvador y su grupo” (1986), “Una mañana de domingo” (1988) y “Ayer y hoy” (1992). En sus primeros discos habían grabado músicos tan destacados como el saxofonista Paquito D´Rivera, los trompetistas Jorge Varona, Manuel “El Guajiro” Mirabal, los cantantes Pablo Milanés y Bobby Carcassés, el bajista Jorge Reyes y los percusionistas Guillermo Barreto, Tata Güines, Amadito Valdés, Changuito y otros. Con su grupo, Emiliano Salvador realizó extensas giras por Europa (Francia, Alemania, España, Bélgica, Holanda, Suiza, Italia, Polonia y Suecia, entre otros), América Latina (Colombia, México, Puerto Rico y Nicaragua) y Canadá. Participó en los festivales de jazz de La Habana, Montreal, Ottawa, Caracas, Moscú, Tbilisi y Bratislava. Su grupo estuvo integrado por músicos virtuosos como José Carlos Acosta (saxo tenor y soprano), Carlos del Puerto Jr. (bajo) y Emilio del Monte (batería y percusión), así como los percusionistas Emilio del Monte Jr. y Terry. Pero la lista de personalidades de la música con las que compartió o descargó ocasionalmente es mucho más extensa, ya que alternó en distintos escenarios con grupos y músicos como Dizzy Gillespie, Art Blakey y los Jazz Messengers, Brandford Marsalis, Freddie Hubbard, Bobby McFerrin, Jack De Johnette, Manhattan Transfer, Woody Shaw, Larry Coryell, Steve Swallow, Jimmy Smith, Booy Watson, Joe Henderson, Chico Freeman, Airto Moreira, Nana Vasconcelos y muchos más. Emiliano recordaba con satisfacción las ocasiones en que tocó con Andy y Jerry González, Billy Cobham, René McLean, Ismael Miranda, Dave Valentín, Louie Ramírez, Mario Rivera, Nicky Marrero y tantos otros. El crítico de jazz Robert Palmer escribió sobre Emiliano en Rolling Stone: “… una amalgama de McCoy Tyner con un ataque impetuoso a lo Herbie Hancock y Cecil Taylor (…) un concepto del ritmo que proviene de las raíces de la música y el sonido cubanos”. Aunque Palmer lo compare con tres grandes pianistas de la vanguardia, Emiliano logró forjar su propio estilo gracias a que fue un estudioso de todos los estilos, y aunque mostraba sus preferencias por McCoy, Thelonius Monk, y los cubanos Peruchín y Pérez Prado, también evidenciaba su entusiasmo por Horace Silver, Wynton Kelly, Red Garland, Kenny Barron, Jimmy Rowles o Dave McKenna, a varios de los cuales conoció personalmente, y en especial por Kenny Kirkland. De los latinoamericanos elogiaba a Darío Pérez, Hilton Ruiz, Papo Lucca, Eddie Palmieri, el desaparecido Jorge Dalton, y Marcos Silva. Emiliano Salvador fue un brillante solista e improvisador, pero también un compositor sutil, un melodista y armonista nato que dominaba a la perfección el ritmo y el tempo, gracias a su condición de baterista y percusionista. Emiliano fue el primer músico de jazz latinoamericano invitado al concierto “Pianíssimo”, auspiciado por el Palacio de Bellas Artes de Ottawa. En La Habana, Emiliano eligió desde fines de los ochenta el teatro “Acapulco” como especie de “sede personal”, donde actuó en vivo, ensayó y grabó con su grupo, para luego analizar el trabajo hecho. Emiliano se ha convertido en una leyenda no sólo entre los cubanos, sino en todo el ámbito de la música afrocaribeña y del jazz latino. Entre los músicos cubanos, ha recibido homenajes póstumos de figuras tan disímiles como Bobby Carcassés, quien le dedicó un tema musical y el CD “Jazz timbero”, Paquito D´ Rivera (le dedicó el CD “40 Years of Cuban Jam Session”) y Orlando Valle “Maraca”, el talentoso flautista cubano, que nombró a su grupo “Otra Visión”, en tributo al primer disco de Emiliano titulado “Nueva Visión”. Chucho Valdés, en declaraciones a la prensa, lo calificó como el mejor pianista de su generación; una foto a página entera de Salvador aparece en el Diccionario de Jazz Latino de Nat Chediak (Madrid, 1998), y la revista Latin Beat de Los Angeles, California, dedicaba dos artículos a su memoria. Emiliano es fuente de inspiración para las nuevas generaciones de pianistas de jazz cubano como Ernán López Nussa, Omar Sosa, Ramoncito Valle, Roberto Julio Carcassés, Robertico Fonseca, Alexis Bosh, Rolando Luna, Harold López Nussa y tantos otros.