Compositor, cantante y guitarrista.
Antonio Gumersindo Garay GarcÃa, conocido como Sindo Garay, nació Santiago de Cuba, el 12 de abril de 1867, y murió en La Habana, el 17 de julio de 1968. Es considerado uno de los más altos exponentes entre los creadores de canciones trovadorescas en Cuba.
A los diez años compuso su primera canción: âQuiéreme trigueñaâ. Realizó diversos trabajos en aras de la subsistencia, hasta que se inició en el movimiento trovadoresco en Santiago de Cuba, junto al maestro Pepe Sánchez y otros.
A finales del siglo XIX viajó por Santo Domingo, Puerto Rico y varios paÃses de América del Sur.
En 1906 pasó a residir en La Habana, donde se dedicó a cantar acompañado por su guitarra. En 1928 viajó a ParÃs junto a Rita Montaner y otros músicos cubanos y permaneció varios meses en la ciudad luz cantando habaneras.
Fue creador de más de 600 obras que retratan la idiosincrasia cubana y ent
re las más importantes figuran: La Tarde, Perla Marina, Amargas verdades, Mujer bayamesa, Tormento fiero, Retorna, La alondra, El huracán y la palma, Tardes grises y Güarina. Al respecto, la musicóloga cubana Marta Bonet afirmó: âDesconocedor de las más elementales nociones técnicas formales de la música creó, sin embargo, obras musicales consideradas perfectas. El bolero oriental tuvo en Sindo su mejor exponente, ya que le impuso su estilo peculiar con el rayado de las cuerdas de la guitarra para cerrar las frases musicales y la base rÃtmica con el llamado cinquillo cubano. Como casi todos los cultores de la trova, Sindo trabajó también la canción y lo hizo con libertad rÃtmica, aunque tiene en su haber alguna que otra criolla, guaracha, algún bambuco influenciado por el quehacer colombiano (⦠con) su manera original de manejar esas formas.
âSindo Garay legó a Cuba y al mundo una obra capital para la cancionÃstica que hasta hoy vive en el repertorio de muchos intérpretes y de donde han bebido los trovadores cubanos que le sucedieron por espacio de varias generaciones. Dotado de verdadera inspiración le cantó con igual amor al paisaje cubano, la mujer criolla, a los hechos de gran trascendencia en nuestra historia... nada quedó en su vida cotidiana que no tradujera en música, vida excepcionalmente larga e intensa, riquÃsima en anécdotas, engendradora de mitosâ¦â.
Tuvo Sindo además una voz segunda notable, que dejó plasmada en infinidad de grabaciones, junto a su sabia interpretación guitarrÃstica.
Sindo Garay, muerto a la edad de 101 años, fue un verdadero genio popular y se convirtió para siempre en la imagen de la Trova, por su ingenio como compositor, aportando recursos armónicos y melódicos que marcaron pauta y adelantándose a su época de tal forma, que aún hoy en dÃa sus aportes resultan novedosos en el campo de la canción popular.